Según Wikipedia (el cúmulo de conocimientos de referencia más popular), numerología es :
“ ... una práctica adivinatoria utilizando los números. Es un conjunto de creencias o tradiciones que pretende establecer una relación mística entre los números, los seres vivos y las fuerzas físicas o espirituales.”
Puede que tenga algo de cierto, o no. Lo real es que los números acompañan al ser humano desde que ... ni se sabe. Y es curiosa esa relación del humano racional con los números, ya que, al margen de ser la base de nuestra racionalidad (a través de las matemáticas), también es una relación místico-espiritual. En otros casos, la relación es de índole cultural o incluso vinculada a algún tipo de creencia o vivencia.
Por ejemplo, el número siete. Marca el destino de nuestras vidas directamente. La semana humana, prácticamente en todos los lugares del planeta, es de siete días. ¿Por qué siete? Es un número bien extraño para organizarse. Tenemos cinco dedos en cada miembro (sin comentarios, vale?). Sería mucho más fácil y ‘natural’ para un humano primitivo que empieza a contar, organizar su ciclo vital en cinco días. Pero ... ¿en sieteeeeeee? Pa’que!!!
La única explicación plausible que he encontrado, indagando en el baúl de los recuerdos, es que siete es una cuarta parte del ciclo medio que tiene la luna, que es de veintiocho días. De luna nueva a luna llena median catorce días, y de luna nueva o llena a media luna, siete. Ahí queda!
Otro. El seis (o el doce), se emplean como unidad básica de medida en determinados ámbitos. Los huevos, por ejemplo, se cuentan por docenas o medias docenas. Y en general, la docena o la media docena se emplean en diferentes aspectos de nuestras vidas, como forma de mesurar cosas. Sin ir mas lejos, el tiempo se mesura en horas, en dos bloques de doce. Y cada hora esta dividida en 60 minutos que es media docena por diez, y ... los signos del zodíaco, los meses del año, la división de las libras y los pies, etc.
Pero, pensándolo mejor, uno ve que el doce (o el seis), son formas anormales de contar (para un humano primitivo), por aquello de los cinco deditos que decíamos. Entonces, ¿por qué esa obcecación en las docenas y medias docenas? Parece ser que esta forma de contar proviene de Mesopotamia, la cuna de la civilización, y todavía marca nuestras vidas en muchos aspectos..
No he encontrado ninguna explicación ‘razonable’ a esta anomalía cardinal, a excepción de determinadas alucinadas (mesopotámicas o de otros lares) que hablan de cómo y por quién fue creado el ser humano. En ellas se cuenta que seres de aspecto humanóide con seis dedos en sus miembros, crearon al ser humano como un híbrido, como el resultado de una manipulación genética sobre los simios que la habitaban en aquel entonces. Ellos eran los dioses que otorgaron la claridad de pensamiento al ser humano, su racionalidad, su idiosincrasia en definitiva. Y ellos enseñaron al ser humano a pensar, a contar, a manipular, ... puede que su base de numeración no fuera la decimal como la nuestra, sino la duodecimal.
Bueno amigos, seguiremos en una siguiente entrega 'enumerando anomalías numéricas' que nos rodean y que habitualmente pasan desapercibidas por nuestra vida, ya que estamos acostumbrados a usarlas de forma natural sin plantearnos cual puede ser su origen.
Os dejo un regalito musical de hace unos años ...
http://www.youtube.com/watch?v=z4clgd2gLL0
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